No se puede negar que vivimos una época maravillosa para nuestra afición. La producción de juegos de mesa alrededor del mundo ha crecido de forma exponencial y cada vez es más común encontrar espacios abiertos para dar rienda suelta al hobby. Por otro lado, el crecimiento del mercado ha favorecido su diversificación, lo que se evidencia en la oferta casi permanente de productos de nicho, algunos muy especializados, que hasta hace una década no tenían prácticamente distribución. La segmentación del público consumidor es una evolución natural en cualquier economía de escala, más sin embargo, esta realidad parece haber tomado por sorpresa a algunos jugones que hoy se sienten abrumados por la enorme cantidad de productos disponibles, resistiéndose a aceptar que ahora deben ser más selectivos en sus compras.
El bolsillo de cada uno de nosotros tiene un límite, pero empujados por ese impulso irracional de querer tenerlo todo, a veces forzamos ese límite hasta lo indecible. ¿Qué hacer al respecto?. ¿Empeñas todos tus otros bienes para sostener esta locura consumista?. ¿Renuncias a la afición, vendes todos tus juegos y tratas de hacer como que esta etapa de tu vida nunca existió?. ¿Reduces al mínimo las compras intentando subsistir con lo que ya tienes, convencido de que podrás acceder a otros títulos a través de tus amigos, de clubes o de ludotecas públicas?. Alternativas habrán muchas y yo quisiera plantearles una en particular que quizás no sea tan obvia: la adopción de ludotecas personales complementarias (L.P.C.).
● ¿Qué es una L.P.C.?
En palabras simples, una L.P.C. vendría a ser, básicamente, la misma ludoteca que actualmente tienes en casa, pero quitando de ella todos aquellos juegos que se encuentren repetidos en las ludotecas de otros miembros de tu grupo lúdico. Es decir, si tu grupo lo conforman cuatro personas, por ejemplo, un título en particular sólo estará en posesión de uno de los miembros de dicho grupo. La colección completa corresponderá a la suma de las ludotecas individuales. De ahí el término "complementarias".
Nota: No uso las siglas L.P.C. sólo para darle un aire sofisticado al nuevo término, sino para contribuir a agilizar la lectura. :-)
● Aspectos negativos de las L.P.C.
A primera vista, se advierten varias características que pueden jugar en contra de la adopción de esta práctica:
1. Dependes de otras personas para acceder a determinados juegos.
2. Si un miembro se retira del grupo, se llevará una parte significativa de la ludoteca común.
3. En caso de algún accidente con un juego, no contarán con otras copias dentro del grupo.
4. Se requiere que alguien administre y mantenga al día un inventario de los juegos disponibles en el grupo.
● Aspectos positivos de las L.P.C.
Por el lado de los beneficios, se pueden enumerar los siguientes:
1. Recuperación de espacio de almacenaje (con la venta de juegos repetidos).
2. Capitalización (con la venta de juegos repetidos).
3. Incremento de la capacidad conjunta de compra.
4. Optimización del espacio colectivo para almacenaje de los juegos.
● ¿Dónde pueden triunfar las L.P.C.?
Debido al nivel de comunicación, coordinación y compromiso que requiere esta práctica, creo que los que mejor pueden implementarla son aquellos grupos ya consolidados, que llevan años jugando juntos. Evidentemente, aún cumpliendo este requisito, habrán colectivos en los que será imposible implantar esta metodología, debido a las particulares preferencias de sus miembros. Por ejemplo, hay muchos aficionados que compran juegos por un afán coleccionista más que para sacarlos a mesa con sus pares del hobby. En cualquier caso, si hay voluntad para llevar adelante esta iniciativa, siempre será necesario que uno de los integrantes del grupo asuma la tarea de mantener un inventario actualizado de la ludoteca comunitaria.
Si te parece interesante la idea, pero ves que es muy difícil de implementar en tu grupo, te sugiero experimentar lo mismo, pero con un alcance menor. Puedes iniciar una L.P.C. sólo con un amigo e ir viendo, con el paso del tiempo, cómo les va. Si no funciona, vuelves a la modalidad individual y punto. Si les funciona bien, entonces quizás despierten el interés de otros amigos. Pase lo que pase, me gustaría conocer el resultado de sus experiencias. Déjenme sus comentarios o escríbanme a la cuenta de correo del blog. ;-)
¡Turno terminado!.
Estimado, interesante entrada. Efectivamente las ludotecas personales complementarias funcionan mejor en la teoría que en la práctica, por algunas razones que tú mismo mencionas. Yo pertenezco a un grupo de jugones más o menos estables, cada uno con su propia ludoteca, entre las que tenemos muchas cosas repetidas. Ocurre que cada uno es un poco coleccionista y prefiere "tener" los juegos que le gustan en lugar de sólo jugarlos. Además, de esta forma uno siempre tiene disponibles los juegos que disfruta.
ResponderEliminar¡Saludos!
¡No había visto tu comentario, Andrés! (mil disculpas).
EliminarSin duda, tienes razón, es una idea un poco utópica. Pero salvar el planeta también lo es y sin embargo sentimos que aportamos algo cada vez compramos un producto hecho con material reciclado. Quiero pensar en esta idea como una semilla. Habrá suelos en los que no germinará (la mayoría), pero si logra echar raíces en la mente de al menos una persona, ya habrá valido la pena difundirla.
;-)
Un abrazo.